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7 de septiembre de 2024
OPINIÓN

La gira de la reverencia manifiesta de Xóchitl

VISITA EEUU, ESPAÑA Y EL VATICANO

Por Pedro Vargas Avalos 

El pasado jueves18 de la cuesta de enero, finalizaron las precampañas de los “esforzados (as) suspirantes” a la presidencia de la República: Claudia Sheinbaum Pardo, por la coalición “Juntos Hacemos Historia”; Xóchitl Gálvez Ruiz, de la alianza “Corazón y Fuerza por México”, y el entonces recién destapado precandidato de Movimiento Ciudadano (MC), diputado Jorge Álvarez Máynez. A partir del día siguiente, y hasta el 29 de febrero, se abrió el periodo de intercampaña.  

En esa etapa, las autoridades electorales reciben y recaban datos e informes sobre ingresos y gastos de los antedichos precandidatos, pudiendo incluso realizar auditorías. Por su lado, esos aspirantes, dispondrán de algunos días para implementar sus tácticas de acciones, reorganizar sus conjuntos de trabajo, y lo que lleven a cabo (como fraguar planes de gobierno) no sean actos públicos de corte electoral (como los debates), cuidando evitar incurrir en actos anticipados de campaña, so pena de ser severamente sancionados. Aquí pues, el período no debe ser un tiempo para la competencia electoral, o sea, nada de que aparezcan tales virtuales abanderados, en anuncios, spots de sus respectivos partidos políticos, ni estos institutos efectuar actos o mítines para proyectarlos ante la población. 

Era muy ambicioso el plan de actividades en el país del Tío Sam: estar en el Congreso yanki, entrevistarse con dirigentes congresistas, acudir a entrevistas con las principales agencias noticiosas, sostener encuentros personales con liderazgos de las ONGs que defienden los derechos humanos de los migrantes.

A pesar de lo anterior, tantos precandidatos (notorios candidatos) sus sostenedores -coaliciones, partidos y partidarios- se las ingenian y organizan eventos que los tienen vigentes ante la opinión pública. Tal es el caso de la gira que recientemente llevó a cabo la senadora con licencia Xóchitl Gálvez, paladín de las oposiciones al actual gobierno de la denominada Cuarta Transformación (4T, Cuatro T). La excursión comprendería del jueves uno de febrero hasta el día 7. Hombre fuerte de tal empresa, fue el priista Ildefonso Guajardo, responsable de relaciones internacionales del equipo de precampaña de la hidalguense del huipil, quien destacó que esta visita de Gálvez Ruiz a Estados Unidos tenía “el objetivo fundamental de establecer un mensaje sobre su visión de México y sobre la coyuntura difícil que enfrentamos”. (El Universal, 31-I-024). 

Por cierto, era muy ambicioso el plan de actividades en el país del Tío Sam: estar en el Congreso yanki, entrevistarse con dirigentes congresistas, acudir a entrevistas con las principales agencias noticiosas, sostener encuentros personales con liderazgos de las ONGs que defienden los derechos humanos de los migrantes y específicamente de los mexicanos, para “poder empatar esfuerzos que sirvan para fortalecer a la comunidad de mexicanos en el extranjero”, todo según el dicho del aludido Guajardo. 

En el Vaticano, la candidata presidencial de la Coalición Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez tuvo un encuentro con el Papa Francisco.

Repasando la prensa nacional, nos damos cuenta de dos aspectos resultantes de la mentada expedición: nos dice “La Crónica” del uno de este mes, que Xóchitl llegó en bicicleta a la entrevista con el New york Times; luego habló de que los migrantes son una especie de “estado 33” y planteó que el mandatario federal mexicano -Andrés Manuel López Obrador, AMLO- demandara a los que lo acusan de haber recibido apoyos del narco en 2006. Al tiempo de eso, muchos connacionales que radican en los Estados Unidos se apersonaban gritándole acerbas imputaciones, donde pasada la tácita candidata de la derecha mexicana: en suma, la acusaban de ladrona y de que no la querían. 

El viernes dos, se reunió con trabajadores de la central de abastos neoyorkina, quienes le expresaron sus preocupaciones. Ante eso ella (replicó lo que ha dicho reiteradamente AMLO): «Quiero que los mexicanos que migran a Estados Unidos lo hagan por decisión, no por necesidad.” (La Razón, 3-II-24). Marko Cortés elogió a Xóchitl, a la par que criticaba a AMLO. Mucha gente, se reunió en las afueras de la American Society, donde ella hablaba y con gritos y pancartas, le decían: «Oligarcas, neoliberales corruptos. Fueron los causantes de nuestra migración, de la pobreza e inseguridad que hay en México. Repudiamos tu presencia aquí».

Al siguiente día, sábado, nos dice la prensa: La presidenciable del otrora Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, en un video anotó que “hubo a quien no le gustó que yo estuviera aquí, pero yo les diría: ‘no se peleen por los políticos, mejor exijan a los políticos que resuelvan los graves problemas del país’”. (Crónica, 4-II-24). El domingo 5 no hubo noticias sobre el viaje que comentamos, y el inmediato lunes 5, se conmemoró la Constitución de 1917, siendo nota estelar las 20 iniciativas que hizo públicas AMLO, quien de esta forma acaparó la agenda. 

En el resto de días, Xóchitl cometió sus peores errores: pedir a Biden y organismos estadounidenses que intervengan en México para salvar la democracia; acudir a la OEA, el organismo manipulado por Washington para controlar Latinoamérica y el Caribe y finalmente, hasta hablar en inglés (pésimo) y casi hacer el ridículo. Terminado este periplo, se fue a España, y allí volvió a ser desairada hasta por las derechas, que se supone eran sus naturales anfitriones. Esos sí, posó con el más devaluado panista (porque lo es a pesar de haber renunciado) Felipe Calderón, y luego, tras la   andanada de reprobaciones por ese falaz encuentro, negar que lo hubiese propiciado. Esa es una tragedia crónica de la candidata virtual de la derecha: decir una cosa y luego desdecirse. 

Xóchitl llegó en bicicleta a la entrevista con el New York Times; luego habló de que los migrantes son una especie de “estado 33” y planteó que el mandatario federal mexicano -Andrés Manuel López Obrador, AMLO- demandara a los que lo acusan de haber recibido apoyos del narco en 2006.

En la madre patria, incurrió en nuevos errores: mostrarse entreguista con los empresarios iberos, declarar que a ella lo sucedido en la conquista y colonia en México, no le importa, y por tanto no pedir muestras de arrepentimiento por los latrocinios y asesinatos genocidas acontecidos en esas etapas históricas. 

De manera inesperada, concluyó su gira acudiendo al Vaticano, donde en breve entrevista con Francisco el jefe de los católicos universales, hizo fe de su catolicismo y eso lo presumió en nuestra república.   

Para los blanquiazules, la expedición fue todo un éxito; para los lopezobradoristas, la gira de la derrota. Un comentarista neutral dijo: Si lo que se pretendía era demostrar que Gálvez, a diferencia de López Obrador, es una lideresa que no le teme al escenario internacional, la gira le quedó corta. 

Gálvez pudo haber realizado la misma gira durante la campaña, pero una vez que hubiera consolidado su nivel de conocimiento en todo el país, renglón en el que es superada por la candidata oficial Claudia Sheinbaum. (Adrián Trejo, La Crónica, 15-II-2024). Las recientes encuestas lo acreditan: la ventaja de la morenista es de entre 20 y 40 por ciento, algo que se antoja inalcanzable. Aunque en política, suelen suceder milagros: ¿lo habrá ahora? Pronto lo sabremos. 

 

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