CON CALIDAD HUMANA, CAPACIDAD Y EXPERIENCIA
Entre los candidatos que estarán en la boleta para integrar el Tribunal de Disciplina del Poder Judicial Federal, está el abogado michoacano Gildardo Galinzoga quien ya logró pasar los filtros de evaluación del Poder Ejecutivo y Legislativo.
Por Gabriel Ibarra Bourjac
¿Qué tipo de perfiles participarán en la elección de jueces, magistrados y ministros en esta elección para transformar el poder judicial federal?
Con la reforma judicial desaparece el Consejo Federal de la Judicatura y nace el Tribunal de Disciplina Judicial, que estará formado por cinco integrantes, de los cuales tres cargos corresponderán a mujeres magistradas y dos a hombres magistrados, mismo que tendrá la tarea de ventilar lo relacionado con las responsabilidades administrativas, de jueces, magistrados y hasta ministros.
Entre los candidatos que estarán en la boleta para integrar el Tribunal de Disciplina del Poder Judicial Federal, está el abogado michoacano Gildardo Galinzoga quien ya logró pasar los filtros de evaluación del Poder Ejecutivo y Legislativo.
El Tribunal de Disciplina Judicial va a tener un alcance muy importante en el país, de allí que puedan llegar los mejores perfiles y entre los puntos que tienen que cubrir, además de experiencia y amplio conocimiento de la materia constitucional, es su calidad como personas, cercanas a la gente.
EL PERFIL DE GIL GALINZOGA
Me tocó conocer y tratar al hoy doctor en derecho Gildardo Galinzoga allá por 1998-2000, cuando era secretario del Tribunal aquí en Guadalajara, causándome una muy buena impresión por su calidad como persona, su sencillez y don de gente, lo cual al paso del tiempo en el que ha alcanzado altos niveles en el Poder Judicial, no ha cambiado, sigue siendo tan sencillo como en aquella época, lo que es de llamar la atención y que hay subrayarlo.
Y me da mucho gusto verlo ahora entre los candidatos que estarán en la boleta para integrar el Tribunal de Disciplina del Poder Judicial Federal, quien ya logró pasar los filtros de evaluación del Poder Ejecutivo y Legislativo.
Gildardo Galinzoga tiene 55 años de edad y más de 35 años de laborar en el Poder Judicial Federal ya que desde los 17 años se inició de meritorio y le tocó vivir la transición tecnológica, desde la máquina de escribir, el esténcil, el fax, hasta la computadora tonta e inteligente.
Logró una plaza de oficial judicial, que ahora se llama oficial administrativo. Después accedió al cargo de actuario de juzgado, secretario de juzgado y de tribunal colegiado y finalmente entró a un concurso de oposición abierto para convertirse en juez de distrito cuando contaba con 30 años de edad. En ese cargo recorrió la ciudad fronteriza de Ciudad Juárez, Chihuahua y Morelia, Michoacán. Después, mediante otro concurso de oposición, se convirtió en Magistrado de Circuito, en cuyo cargo le ha tocado recorrer ciudades como Morelia, Querétaro, Toluca y Ciudad de México, en donde destacó en los tribunales colegiado de competencia económica, radiodifusión y televisión. En los lugares donde ha estado ha dejado un buen sabor de boca, reconocido por su don de gente, apertura al diálogo y la comunicación.
El curriculum y trayectoria del doctor Gildardo Galinzoga muestra su sólida formación académica ya que ha logrado tres maestrías y un doctorado en derecho, y una especialidad en derecho administrativo.
En la función judicial se ha destacado en materias de trabajo, civil, administrativa y competencia económica, radiodifusión y telecomunicaciones. En los últimos años ha formado parte del Tribunal en materia de trabajo en el primer circuito.
El doctor Galizonga ha recibido el reconocimiento con el título de Doctor Honoris Causa por el Instituto Mexicano de Líderes de Excelencia.
El nuevo desafío que enfrenta es su postulación al Tribunal de Disciplina que marca un paso fundamental en su carrera ascendente en un momento en el que se renueva en México el Poder Judicial Federal.
Los ciudadanos que acudan a votar en la elección extraordinaria de junio tendrán que valorar los perfiles de los candidatos registrados, el conocer su trayectoria, para que sean electos los mejores, no sólo en cuanto a experiencia y capacidad, sino también su calidad como personas.
LAS RAZONES DE LA REFORMA
La reforma judicial es un hecho, no tiene reversa, independientemente de los procesos que se llevaron adelante, si se cumplió o se violó la norma. Y las motivaciones que llevaron a que fuera impulsada esta reforma judicial fue orillado por diversos factores, entre ellos resaltan los siguientes puntos:
1) El nepotismo, el mismo que la Presidenta Claudia Sheinbaum busca combatir, ya que éste es parte de la corrupción que se ha anidado no sólo en el campo de la política, sino también en el poder judicial.
Se estima que cerca de la mitad de jueces y magistrados federales tienen parientes en el Poder Judicial Federal. En las revisiones que se han realizado en 31 circuitos, 501 de 1,031 plazas revisadas tienen familiares, lo que representa el 48.6%, pero hay entidades donde el nepotismo es mucho mayor.
2) Un grave problema que se ha vivido en el Poder Judicial Federal ha sido la arrogancia de sus funcionarios, la actitud de soberbia, prepotencia y despotismo, de estar distantes de la ciudadanía. La gente no ve la justicia cercana y difícilmente han tenido acceso a los juzgadores
3) El mal trato al personal y a la gente. No son pocos casos en el que la autoridad judicial ganan fama por su mal humor, el llegar tarde a la oficina y nunca estar en las diligencias. El sentirse hecho a mano, con la actitud del “jefe soy yo y aquí yo mando”. ¿Cuántos juzgadores federales se les reconoce por su don de gente, su amabilidad y el ser empático?
Estos aspectos deberán ser considerados por la gente, del comportamiento de estos juzgadores, qué tan sencillos han sido o qué tan soberbios.
Requerimos un poder judicial más humano, más terrenal, con juzgadores que entiendan lo que es la autocrítica y la humildad.
Los acosadores sexuales y laborales, traficantes de influencia no deben de llegar. Es una oportunidad de limpiar al poder judicial federal.
Ojalá este cambio permita poner fin a la justicia lenta y tardada, que sea rápida y expedita.
Que la ciudadanía escoja a los mejores, porque la justicia no debe estar en manos de cualquiera, que tengan formación, solidez académica y empatía con la gente.
Impartir justicia implica una altísima responsabilidad.