LOS JUEGOS DEL PODER
Por Gabriel Ibarra Bourjac
El objetivo fundamental de Enrique Alfaro es que su grupo se mantenga en el poder seis años más.
Él ha asegurado que al concluir el sexenio se retira de la política. Ha trascendido que se iría del país y abriría un paréntesis en su vida política y lo que venga en el futuro con el movimiento alfarista les tocará encararlo a quienes vienen al relevo.
Alfaro, tengamos presente, es un pragmático del poder, a él no lo atan siglas de partidos políticos, ni ideologías. Tiene un gran olfato político. Sabe cuándo un proyecto es atractivo o cuando dejó de serle útil. Y en ese pragmatismo podría abstenerse de participar en el Frente y acordar con el Presidente. Para él es primordial asegurar que el Alfarismo siga gobernando Jalisco después del 2024.
Le creemos a Alfaro, creo que está diciendo la verdad.
Pero primero Alfaro tendrá que definir por dónde va su grupo en la lucha presidencial del 2024.
Tiene dos caminos: uno, romper con Dante Delgado y Movimiento Ciudadano e ir con Xóchitl Gálvez y hacer alianza con el Frente Amplio por México.
El segundo camino es seguir en Movimiento Ciudadano, superar las diferencias con Dante Delgado, no participar en el Frente, abstenerse de apoyar a Xóchitl Gálvez y hacer un acuerdo no oficial con el que manda en la llamada Cuarta Transformación, a cambio de que le faciliten el triunfo a su candidato a la gubernatura de Jalisco en el 2024.
Alfaro, tengamos presente, es un pragmático del poder, a él no lo atan siglas de partidos políticos, ni ideologías. Tiene un gran olfato político. Sabe cuándo un proyecto es atractivo o cuando dejó de serle útil.
Una característica tiene: es un político antisistema. Su crecimiento lo ha logrado cuando se enfrenta al poder. Es cuando le sale la inspiración y la fuerza que le ha permitido las posiciones que ha logrado. Le gusta apostar fuerte.
El asunto es que en esta circunstancia por quién va a apostar. Hasta el momento ha lanzado fintas y mensajes al poder y a la sociedad, tanto a Xóchitl, al Frente, como al propio Presidente López Obrador, pero con ninguno ha hecho amarre, al menos públicamente.
¿CON QUIÉN EL ACUERDO?
El hecho de que Alfaro diera a conocer sus diferencias profundas con Dante Delgado y expresar sus simpatías por Xóchitl Gálvez, le ganó tanto a nivel local como nacional amplias simpatías, pero no hay garantías que la senadora hidalguense vaya a ganar la presidencia de México en el 2024. ¿Y en esa incertidumbre le apostaría Alfaro a Xóchitl ya que estaría en juego su tranquilidad futura? Y recordemos también que el séptimo año es el más difícil de un gobernador.
Y luego vemos los guiños lanzados entre el político jalisciense y el Presidente durante la pasada semana. Y hay dos señales de que podría haber entendimiento con el líder de la 4T: 1) Su apoyo a la distribución de libros de texto gratuitos en el estado, después de haber frenado su distribución argumentando que había una disposición judicial de la Corte y que sólo si ésta le ordenara repartirlos lo haría por ser respetuoso de lo que establece la Constitución. Y el otro guiño fue su presencia en la gira por el sureste para conocer la obra del Tren Maya, estando muy cerca del Presidente y además haber tenido la oportunidad de platicar y obvio que entre hombres de poder van a abordar temas sustantivos a su naturaleza.
Cabe la posibilidad de que López Obrador y Alfaro puedan establecer un acuerdo que le asegure al de Jalisco tener el control del gobierno del estado seis años más para que le cuiden la espalda.
Hay quienes podrían verlo descabellado, pero en cuestiones de poder el pragmatismo político se impone. Además en el pasado Alfaro y López Obrador han sido aliados.
LA TERNA DE JALISCO
Ente estos escenarios tan enredados derivados del pleito Alfaro-Dante, ¿quién sería el candidato del Alfarismo a la gubernatura de Jalisco?
En ese contexto hay tres personajes que han surgido del Alfarismo que se disputan la candidatura del grupo y cualquiera de los tres puede resultar el favorecido, dependiendo de lo que el propio gobernador de Jalisco decida.
El candidato de Alfaro es el senador Clemente Castañeda a quien con todo y la crisis le sigue apostando.
El candidato más popular y rentable es Pablo Lemus, pero no ha estado en el ánimo de Alfaro. Pero Pablo tiene el apoyo de Dante Delgado y en una ruptura el alcalde de Guadalajara con la mano en la cintura podría ser el candidato de Movimiento Ciudadano, pero sin el apoyo del Alfarismo. ¿Se la jugaría Pablo en ese escenario? ¿Le alcanzaría su popularidad y carisma para ganar la elección?
En el caso de Alberto Esquer en el escenario de ruptura total las condiciones le favorecerían para ser el candidato, considerando su buena relación con Marko Cortés, con la clerecía, con buena parte de la sociedad civil y parte del empresariado, además de sus redes que tiene fuera de la zona metropolitana. Tiene la confianza y el afecto de Enrique Alfaro.
Clemente Castañeda no se ha bajado y sigue echado para adelante. Este viernes es u quinto informe como senador de la república y seguramente el Alfarismo cerrará filas dándole el apoyo y el calor. Seguramente vendrá Dante Delgado.
También para el viernes ya habrá definición en Morena. Creo que Claudia Sheinbaum será la ganadora de la encuesta nacional de Movimiento de Regeneración Nacional para que sea en su momento la candidata presidencial, pero la duda está en la reacción de Marcelo Ebrard, si finalmente se pliega al resultado y no rompe con la 4T.
En la política como en el beisbol, todo puede suceder y hasta el último out el resultado puede cambiar. Vamos a ver finalmente qué sucede.
Así veo las cosas hasta este momento.
Mañana, las cosas pueden ser distintas.