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Guadalajara
14 de febrero de 2025
OPINIÓN

Sin reforma fiscal, reducen el presupuesto federal 2025

LOS JUEGOS DEL PODER

Por Gabriel Ibarra Bourjac

Complicado el primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum si consideramos el presupuesto aprobado para el ejercicio fiscal 2025 del gobierno federal y que frente al crecimiento desproporcionado del gasto en 2024 y la negativa a una reforma fiscal del gobierno de la 4T, que en términos reales tiene una reducción de (-)3.3% (En 2024 el gasto alcanzará los 9.22 billones de pesos y en el 2025, 9.30 billones).

El presupuesto del 2024 en relación al 2023 del gobierno federal tuvo un crecimiento en términos reales del 4.23% y que se reflejó en un crecimiento desproporcionado del gasto. Ahora la Secretaría de Hacienda se vio en la necesidad de reducir el déficit fiscal, esto significa que éste pasaría de 1.99 billones de pesos en 2024 a 1.43 billones en 2025 y como proporción del PIB, se reduciría del 5.9% al 3.9% entre estos dos años (Estudio del IMCO).

La doctora Claudia Sheinbaum desaprovechó la oportunidad de impulsar en este primer año de gobierno la reforma fiscal tan necesaria para quitarse la presión de un presupuesto tan limitado por las pensiones y el pago por el servicio de la deuda.  “Hay muchas formas de recaudación sin necesidad de una reforma fiscal profunda”, puntualizó recientemente.

En cuanto al balance tradicional o presupuestario, que mide la diferencia entre gasto neto pagado y los ingresos presupuestarios, éste pasaría de un déficit de 1.69 billones a uno de 1.17 billones en 2025 (IMCO). Y como proporción del PIB, el déficit presupuestario pasaría de 5.0% en 2024 a 3.2% en 2025.

 

POBRE CRECIMIENTO ECONÓMICO SE PREVÉ

¿Y cómo sería el crecimiento de la economía en 2025? La Secretaría de Hacienda proyecta que este crecimiento sería en un rango entre 2.0 y 3.0%, pero hay organismos internacionales que tienen otro comportamiento de la economía nacional. Por ejemplo, el Banco Mundial (1.5%), FMI (1.3%), OCDE1.2%), Banco de México (1.2%), BBV A (1.0% y Encuesta Citibanamex (1%).

De los 9.30 billones en el presupuesto del 2025, 8.06 billones de pesos corresponden a 86.6% de los ingresos totales, divididos en ingresos ordinarios que obtiene el sector público por la venta de bienes y servicios, al igual que del cobro de impuestos y otros y 1.25 billones de pesos (el 13.4%) de los ingresos totales corresponden a derivados de financiamientos, proveniente de contratación de deuda, para cubrir las necesidades del gasto previstas en  PPEF (IMCO).

Las consecuencias de este presupuesto que decrece en términos reales, conforme al análisis de IMCO, se observa una caída de (-)12.7% en términos reales en el gasto de inversión para infraestructura que pasó de un monto aprobado en 2024 de 932.4 mmdp a un monto propuesto para 2025 de 848.7 mmdp.

De las cargas que tiene el presupuesto de egresos dos destacan y que prácticamente devoran el presupuesto: el pago del costo financiero del servicio de la deuda que en 2024 es de 1.23 billones a 1.39 billones en 2025, un aumento de 8.5% entre un año y otro y que representas 14.9% del gasto total).

Los rubros llamados “ganones” en este presupuesto del 2025 son los programas del bienestar, pensión para adultos mayores, añadiendo los tres nuevos programas que son compromiso en campaña de la doctora Claudia Sheinbaum: pensiones mujeres bienestar, beca “Rita Macedo” y salud casa por casa, que significa el 11% del gasto total, tan solo los 17 programas sociales se llevan 835.7 mmdp) con 10 proyectos de inversión que suman 189 mmdp).

 

LAS CONSECUENCIAS

La presidenta Claudia Sheinbaum anunció obras prioritarias para los estados del país, pero habrá que decir que el próximo año poco se hará en ese sentido, ya que será prioridad terminar los proyectos de infraestructura del gobierno de López Obrador, sacrificando el suyo, de allí que los gobernadores, como Jalisco, que piden el apoyo federal para desdoblar sus proyectos de infraestructura (Pablo Lemus quiere construir la Línea 5 del Tren Ligero y la contaminación del Río Santiago, así como la reconstrucción de la red de carreteras federales), poco tendrán el próximo año, por una razón muy simple y real: no hay recursos para ello, ya que los programas sociales y el pago de la deuda que este año se han llevado el 51 del ingreso propio del Gobierno Federal.

Obviamente que la presidente Sheinbaum no lo va a aceptar públicamente. Tiene que concluir los grandes proyectos de su mentor, sonriendo y sin hacer gestos. El equilibrio de las finanzas públicas es clave.

 

DEPAUPERACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA

Los programas sociales que ya son constitucionales no se pueden tocar y representan el 11% del presupuesto federal programado, esto es 835.7 mmdp y que constituye la gran fortaleza social del gobierno de la llamada 4T, cuando en junio de este año tenía incorporados a 14 millones 913 mil 413.

Las pensiones y estos programas indiscutiblemente ayudan a millones de familias, pero su efecto es que se le quita a otros rubros y el mejor ejemplo es la falta de mantenimiento a la infraestructura, y lo más visible son las carreteras federales que están destrozadas. Tan sólo en Jalisco se requieren 10 mil millones de pesos para reconstruirlas, pero de acuerdo a anuncio que hizo la Secretaría de Comunicaciones y Transportes desde el 15 de febrero hasta febrero del 2025 impulsarán el programa “Bachetón” que considera una inversión de 85.5 millones de pesos.

 

¿Y LA REFORMA FISCAL?

¿Y de dónde saldrán recursos para el mantenimiento de la infraestructura? Como está el presupuesto, no tenemos la respuesta.

Ricardo Monreal, coordinador de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) propuso la reforma fiscal, sin embargo, la presidenta no se animó a entrarle. “He sostenido previamente que México necesita una reforma fiscal de gran envergadura, es fundamental que quienes poseen mayores recursos contribuyan en mayor medida en beneficio de todos”, argumentó el diputado federal zacatecano.

Monreal, como otros analistas, sostienen que las pensiones representan una presión importante para el erario público.

Sin embargo, la presidenta Sheinbaum durante su campaña negó que se fuera a realizar una reforma fiscal y ella prefiere hablar de que su gobierno se concentrará en el fortalecimiento de la recaudación tributaria para financiar el presupuesto federal, esto es, Hacienda apretará muy fuerte a los contribuyentes. “Hay muchas formas de recaudación sin necesidad de una reforma fiscal profunda”, puntualizó la presidenta de México.

 

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