SEÑALES ENCONTRADAS
Por Violeta Moreno
El gobierno de Javier Milei, a meses de su inicio, se enfrenta a un panorama complejo, donde la economía muestra señales mixtas. Según declaraciones recientes del ministro de Economía, Luis Caputo, la recuperación del país está en marcha, pero su velocidad depende de dos factores clave: la aprobación de la llamada «Ley Bases» y el apoyo de la población en el proceso de reactivación económica.
Desde la perspectiva del gobierno, los resultados obtenidos en este primer semestre han sido calificados como «excelentes y absolutamente extraordinarios», según el portavoz Mario Adorni. El superávit fiscal alcanzado y la desaceleración de la inflación son puntos de orgullo para la administración de Milei. En mayo, la inflación se situó en un 4,2%, un descenso significativo en comparación con el 25,5% registrado en diciembre de 2023, lo que refleja el impacto de las políticas económicas implementadas. No obstante, economistas argentinos, señalan que es prematuro afirmar que la inflación está controlada, dado que la baja observada se debe, en gran medida, a una fuerte devaluación ocurrida a finales del año anterior, y no a una mejora económica en sí misma.
El gobierno ha recurrido a medidas como la drástica reducción del gasto público, simbolizadas en la metáfora de la «motosierra» utilizada por Milei. Esta estrategia, que incluye la paralización de obras públicas y la «licuación» de jubilaciones, ha contribuido al superávit fiscal. Sin embargo, existen dudas sobre la sostenibilidad de este logro, ya que se ha conseguido a costa de la reducción del poder adquisitivo de sectores vulnerables y la postergación de pagos cruciales.
A pesar de los esfuerzos, Argentina sigue atrapada en una recesión profunda. Organismos internacionales como el FMI y la OCDE prevén una contracción económica significativa para el 2024. Lo que se puede observar después de ver todas estas variables económicas, es que Milei aún no tiene resuelto el tema económico y que falta mucho por hacer.
Mientras tanto, el gobierno espera que la aprobación de la «Ley Bases» permita realizar las reformas estructurales necesarias para estabilizar las finanzas públicas y atraer inversión a largo plazo. Sin embargo, la recuperación económica se presenta como un proceso lento y lleno de incertidumbre, y su impacto real en la vida cotidiana de los argentinos aún está por verse, y ha estado lleno de movilizaciones sociales.
Por otro lado, el mercado bursátil reaccionó negativamente a los anuncios del gobierno argentino realizados en estas semanas. A diferencia de las cotizaciones alternativas del dólar, como el dólar blue que ya habíamos explicado en alguna de las entregas anteriores, los bonos soberanos en dólares y las acciones comenzaron la semana con caídas, mientras que el riesgo país se mantuvo por encima de los 1,500 puntos base.
Las mayores bajas de la jornada bursátil se registraron en los activos de renta variable. Los ADR argentinos en Estados Unidos cayeron hasta un 7.4%, con BBVA a la cabeza, seguido por Transportadora de Gas del Sur (-5.3%), Central Puerto (-4.7%), Supervielle (-4.6%) y Galicia (-4.3%).
Estas bajas de las acciones argentinas en Nueva York contrastaron con el desempeño positivo del mercado estadounidense, donde los principales índices bursátiles, como el Dow Jones, registraron ganancias de hasta un 0.5%. En el mercado local, las acciones también sufrieron fuertes caídas. El S&P Merval cayó un 12.3% en pesos y un 4.1% en dólares, liderado por Ternium, que se desplomó un 15%, seguido de Transener (-14%), TGS (-13.2%), Telecom (-13.1%), Supervielle (-13%) y Galicia (-12.9%).
Los bonos soberanos en dólares bajo legislación extranjera también sufrieron pérdidas significativas. Los bonos Globales en Estados Unidos retrocedieron entre un 1.2% y un 2.7%, siendo los más afectados los que vencen en 2041. Al mismo tiempo, el riesgo país subió 44 puntos básicos, cerrando la jornada en 1,555 unidades.
En paralelo, el dólar blue experimentó una caída significativa. Tras el anuncio del gobierno sobre el cierre de la última vía de emisión monetaria, el dólar blue bajó 80 pesos, cotizando a 1,395 para la compra y 1,415 para la venta, revirtiendo la subida acumulada en los últimos 10 días, que había llevado su valor a un máximo de 1,500 pesos. Los dólares utilizados para liquidaciones financieras, como el contado con liquidación (CCL) y el MEP, también registraron caídas, perdiendo entre 100 y 102 pesos al inicio de la semana.
Por su parte, el dólar oficial cotizó a 900.5 pesos para la compra y 940.5 pesos para la venta en el Banco Nación. Debido a los impuestos aplicados, el dólar tarjeta se situó en 1,504.8 pesos. La brecha cambiaria del dólar informal quedó en un 50.45%, con el dólar blue 390 pesos por encima del valor con el que comenzó el año, cuando cerró 2023 a 1,025 pesos.
Lo que se puede observar después de ver todas estas variables económicas, es que Milei aún no tiene resuelto el tema económico y que falta mucho por hacer, que debe incluir entre sus planes a corto plazo no desdeñar la política y los acuerdos con las diferentes fuerzas políticas, analizar en donde es viable ceder, entendiendo que nadie gana todo, y dándole rumbo a sus reformas haciendo que por lo menos las que él considere más importantes lleguen a buen puerto.