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14 de febrero de 2025
OPINIÓN

La elección de jueces estatales en EEUU por voto popular

REFORMA JUDICIAL, EXPERIENCIAS EXITOSAS

Por Violeta Moreno

En el contexto de lo que estamos viviendo en nuestro país donde se discute una reforma al poder judicial podemos conocer un poco más, de cómo se ha dado tema de la elección de juristas en nuestro vecino y socio del norte, citaré varios ejemplos para que veamos de manera breve las valiosas aportaciones de las personas con perfiles muy distintos a quienes normalmente son elegidos, y cómo ese bagaje les ayudo a aportar distintas visiones para enriquecer un país multicultural como el nuestro.

La elección de jueces en Estados Unidos mediante voto popular es un proceso único y complejo que varía considerablemente entre estados, y solo se lleva a cabo en algunos de ellos, no es una elección de algún funcionario federal ni de Magistrados del Supremo Tribunal.

Todos los jueces federales son nombrados, pero un buen número de jueces estatales son elegidos mediante elecciones populares. Este método ha producido varios casos de éxito que destacan por la integridad, imparcialidad y contribuciones significativas al sistema judicial, y la movilidad de personas que normalmente no hubieran llegado al cargo por inequidades que existen en círculos de poder. A continuación, se presentan algunos ejemplos destacados.

Raymond Kethledge: Ejemplo de Justicia Conservadora en la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito

Raymond Kethledge fue elegido para la Corte de Apelaciones del Sexto Circuito en 2008. Es conocido por su jurisprudencia clara y su enfoque literal de la ley, que ha influido significativamente en las interpretaciones de la ley federal. Su trabajo ha sido elogiado por su claridad y consistencia, y ha sido considerado como un modelo de justicia conservadora, pero precisa.

Sandra Day O’Connor: Pionera en la Corte Suprema de Arizona

Antes de convertirse en la primera mujer en servir en la Corte Suprema de Estados Unidos, Sandra Day O’Connor fue elegida jueza del Tribunal de Apelaciones de Arizona. Su elección marcó un hito en la inclusión de mujeres en el sistema judicial. Durante su tiempo en la Corte Suprema de Arizona, O’Connor demostró una imparcialidad ejemplar y una dedicación a la justicia que luego llevó al más alto tribunal de la nación.

 

Benjamin Cardozo: Reformador en la Corte de Apelaciones de Nueva York

Benjamin Cardozo fue elegido para la Corte de Apelaciones de Nueva York en 1913 y sirvió hasta 1932. Su influencia en la jurisprudencia estadounidense es profunda, destacándose por sus decisiones en el área del derecho de contratos y la negligencia. Cardozo es reconocido por su enfoque progresista y su habilidad para articular principios legales complejos de manera comprensible, sentando precedentes que aún se estudian y se aplican hoy en día.

Shirley Abrahamson: Líder en la Corte Suprema de Wisconsin

Shirley Abrahamson fue elegida por primera vez para la Corte Suprema de Wisconsin en 1976 y posteriormente se convirtió en la primera mujer en presidirla. Su liderazgo se caracterizó por un compromiso con la transparencia judicial y la educación pública que educara a los alumnos acerca de cómo es el sistema judicial. Abrahamson defendió la independencia judicial y trabajó incansablemente para garantizar que la justicia fuera accesible para todos los ciudadanos de Wisconsin.

David Souter: De la Corte Suprema de New Hampshire a la Corte Suprema de EE. UU.

Antes de ser nominado y confirmado como juez de la Corte Suprema de EE. UU., David Souter fue elegido para la Corte Suprema de New Hampshire en 1983. Durante su tiempo en la corte estatal, Souter desarrolló una reputación por su meticulosidad y su enfoque equilibrado en la resolución de casos. Su experiencia como juez elegido en New Hampshire preparó el camino para su posterior contribución significativa a la jurisprudencia nacional.

Leah Ward Sears: Innovación en la Corte Suprema de Georgia

Leah Ward Sears fue elegida para la Corte Suprema de Georgia en 1992, convirtiéndose en la primera mujer afroamericana en servir en ese tribunal. Sears se destacó por sus innovaciones en la reforma judicial y su enfoque en los problemas de justicia juvenil. Su trabajo ayudó a modernizar el sistema judicial de Georgia y a promover la justicia equitativa en todo el estado.

Lydia Kay Griggsby: Primera mujer negra elegida como jueza de la Corte Federal de Reclamaciones

Lydia Kay Griggsby fue elegida como jueza de la Corte Federal de Reclamaciones en 2014, marcando un hito como la primera mujer negra en ocupar ese puesto. Griggsby ha jugado un papel crucial en decisiones importantes sobre reclamaciones contra el gobierno federal, demostrando una sólida comprensión del derecho y un compromiso inquebrantable con la justicia.

 

William Brennan: Defensor de los Derechos Individuales

William Brennan fue elegido como juez de la Corte Suprema de Nueva Jersey antes de ser nombrado a la Corte Suprema de EE. UU. en 1956. En Nueva Jersey, Brennan se destacó por su compromiso con los derechos civiles y su defensa de los derechos individuales. Su enfoque progresista continuó en la Corte Suprema de EE. UU., donde se convirtió en uno de los jueces más influyentes del siglo XX, especialmente en el ámbito de los derechos civiles y las libertades individuales.

Judith Kaye: Reformadora en la Corte de Apelaciones de Nueva York

Judith Kaye fue elegida para la Corte de Apelaciones de Nueva York en 1983 y se convirtió en la primera mujer en presidir ese tribunal. Durante su mandato, Kaye implementó reformas significativas, incluidas iniciativas para mejorar la eficiencia del sistema judicial y promover la justicia restaurativa. Su liderazgo transformó la Corte de Apelaciones en un modelo de modernización judicial y equidad.

Anthony Kennedy: Promotor de la Justicia y la Libertad

Anthony Kennedy fue elegido para la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito antes de ser nombrado a la Corte Suprema de EE. UU. en 1988. Durante su tiempo en la Corte de Apelaciones, Kennedy se destacó por su independencia y su compromiso con la justicia. En la Corte Suprema, se convirtió en una figura clave en muchas decisiones importantes, incluidas aquellas relacionadas con los derechos LGBT y la libertad de expresión.

Conclusión

Estos casos de éxito en la elección de jueces en Estados Unidos destacan la importancia de elegir líderes judiciales comprometidos con la justicia y la verdad. Cada uno de estos jueces ha dejado una marca indeleble en el sistema judicial, demostrando que las elecciones judiciales pueden producir resultados positivos y duraderos.

La transparencia en las elecciones, la innovación y el compromiso con la justicia son los pilares sobre los que se construyen estos éxitos, y su legado continúa inspirando a futuras generaciones de jueces y ciudadanos por igual, nosotros como ciudadanos debemos ser vigilantes de que los que se elijan efectivamente sean los mejores perfiles para los cargos en caso de ser el futuro del poder judicial reformado y que no se repitan los vicios que se denuncian constantemente en nuestro sistema de justicia, ya que la justicia y su impartición es algo que nos afecta directamente, y que no lo veamos como muchos ciudadanos ven de manera conformista o utilitaria la política y entendamos que estas decisiones en elecciones populares nos afectan a todos a corto, mediano y largo plazo.

Hay que entender también que la gran mayoría de las disputas jurídicas en los tribunales estadounidenses se realizan en los sistemas judiciales estatales establecidos en cada uno de los 50 estados, y ello es así fundamentalmente porque los tribunales estatales tienen competencia sobre una variedad más amplia de disputas en comparación con los tribunales federales mexicanos.

A modo de ejemplo, a los tribunales estatales les incumben prácticamente todos “los asuntos de divorcios y tutelas de menores de edad, disputas por contratos y daños personales”.

Por el contrario, los tribunales federales conocen de aquellas “causas relacionadas con el gobierno de los Estados Unidos o sus funcionarios, la Constitución o las leyes federales, así como las controversias entre los estados o entre los Estados Unidos y gobiernos extranjeros”.  No es el mismo derecho eso es cierto, pero tampoco es tan distinto, sobre todo con las nuevas formas de litigar como los juicios orales y algunas formas que nos estado acercando en los últimos tiempos.

Lo ideal sería empezar, justo como en Estados Unidos, por los ámbitos estatales e ir creciendo la reforma, pero es probable que en el país sea mucho mayor. Ya hemos dado en esta columna algunas cosas positivas que puede traer la reforma para no solo escuchar lo negativo que abunda y ahora con estos ejemplos de jueces que han aportado mucho a la justicia de Norteamérica, vemos que sería bueno esperar siempre lo mejor para el país y luchar porque siempre así sea, aportar cada uno con nuestro voto en cada elección, con nuestro trabajo lo que creemos beneficiará a México.

 

 

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