DANIELA KOVAČIĆ
Busca transmitir humanidad a través del arte.
Por Héctor Díaz
Quizá lo mas difícil para una galería no es vender arte, sino encontrar excelente arte.
Probablemente el principal error de muchos artistas, es trabajar con pasión, ¡no basta! se requiere obsesión, y comprender que el arte se crea de adentro hacia afuera, no al revés.
“Creo necesario para ser artista, además de estar conectado con tus sensibilidades, tener un grado de obsesión importante”, dice Daniela, “Presento preguntas, porque respuestas no tengo muchas”.
“El realismo para mi era un arte que de realidad no decía nada; sin embargo, abracé el término cuando lo entendí como uno dentro de la pintura en donde representas algo que es reconocible”
El arte espectacular se da cuando el artista hace un compromiso honesto consigo mismo para ahondar en lo mas profundo de sus inquietudes, y con humildad, compartir su obra al mundo.
Daniela es una gran artista, obsesionada y comprometida. Su pintura es una invitación a la reflexión. Su obra trasciende por la belleza pictórica y las temáticas aparentemente conocidas pero definitivamente seductoras.
¿Quién es Daniela Kovačić?
Soy una artista chilena, me dedico a la pintura figurativa. Crecí en la ciudad más al sur del continente americano, Punta Arenas, frente al Estrecho de Magallanes. Desde el 2017 vivo en el área de Chicago, Estados Unidos.
¿Cómo fue tu infancia?
Una infancia de pueblo, donde las casas de los vecinos no tenían cerrojo, uno entraba sin avisar buscando al amigo. Se pasaba mucho tiempo adentro de la casa porque el clima no era muy amigable en Magallanes, creo que ésta es una de las razones por las que existe bastante gente creativa en zonas aisladas; a pesar de la casi inexistente exposición a círculos culturales mundiales, uno se ve obligado a adentrarse en uno mismo y vivir allí, imaginando. Y bueno, vale mencionar que no existían el internet y el celular.
¿Qué estudiaste?
Artes Visuales con mención en Pintura en Santiago de Chile; años más tarde un Master de Bellas Artes en Nueva York.
¿Cuáles son tus pasatiempos?
Me gusta leer, el movimiento del cuerpo, cocinar, tejer, y todo lo que tenga que ver con crear, me brinda paz.
¿Por qué decidiste ser artista?
No sé si ser artista fue realmente una decisión, creo que nunca hubo otro camino. La opción real fue la pintura, porque ahí sí podría haber elegido otras vías de expresión.
Desde pequeña estuve expuesta a la pintura. Mi padre es arquitecto pero pintaba en la casa, su sala de estudio estaba repleta de libros con reproducciones de obras de arte. Yo pasaba mucho tiempo admirando esas obras, me llevaban a otra realidad que terminaba incorporando en mi vida de manera inconsciente. Recuerdo un momento específico, después de repartir todos los libros por el piso, pensé que algún día yo quería ser capaz de devolver al mundo aquello que estas imágenes me habían regalado. Creo que este momento inocente fue bastante decisivo, a pesar de mi temprana edad.
Si no fueras artista ¿a qué te hubieras dedicado?
Creo que me dedicaría a hacer platos de barro y a cultivar la tierra. Ya que si tuviese que abandonar lo que hago, necesitaría constante contacto con la tierra para sobrevivir.
“Una de las características de mi pintura es su cualidad “táctil”, la cual no se debe a la utilización de kilos de pintura ni espesantes, sino al modo en que aplico las pinceladas y cómo estas van quebrando el color”
¿Quién o qué te inspira?
Hasta lo más inesperado puede brindarme inspiración, no es algo específico, pero siempre nace desde la emoción y la necesidad de comunicarlo. Si hablamos de obras de otros artistas, diría que la obra de Antonio López me hace querer ir corriendo al taller. Cuando veo su obra, veo su insistencia en capturar la luz, me resulta muy contagioso.
¿Cuál es el estilo que te caracteriza y por qué éste?
Siempre he estado dentro del mundo de la representación en el arte, sin embargo, cuando tempranamente fui calificada, o mas bien enfrascada dentro de los “jóvenes realistas” en Chile, me dio un poco de desagrado. El realismo para mi era un arte que de realidad no decía nada; sin embargo, abracé el término cuando lo entendí como uno dentro de la pintura en donde representas algo que es reconocible. Una de las características de mi pintura es su cualidad “táctil”, la cual no se debe a la utilización de kilos de pintura ni espesantes, sino al modo en que aplico las pinceladas y cómo éstas van quebrando el color. Para mi, es esencial la presencia o el rastro de la mano que hizo la obra, me gusta cuando ésta no ha tratado de ser cancelada con motivo de exaltar la técnica limpia, de pincelada no visible. Otro aspecto de mi obra, que me resulta a veces magnético, es la calidad silenciosa de mi arte, de lo estático: cosas están ocurriendo en este momento detenido pero aun latente… no sé si siempre lo logro, pero me gustaría pensar que eso caracteriza mi estilo, no tanto en cuanto a la técnica sino en cuanto a la imagen.
¿Qué mensaje quieres dar con tu arte?
Por lo general trabajo series, de esta manera me permito la libertad de poder explorar distintos temas sin tener que llegar a una obra final que sintetice el discurso en cuestión en su totalidad. Me quito ese peso que muchas veces creo coarta el proceso creativo del artista. No creo tener un mensaje definitivo para el espectador, más bien presento preguntas y a veces contradicciones que albergo en mí. No presento mensajes claros y únicos, con respuestas directas, al menos no creo hacerlo. Presento preguntas,mi recorrido por la vida. La pintura es algo muy humano, y si logro transmitir humanidad a través de ellas sería un cumplido.
Si no fueras tú y vieras tu obra ¿qué pensarías?
Depende de qué obra –jajaja–, la verdad es que no sé cómo responder esta pregunta. Desearía que la gente se quede ahí pegada por algunos minutos, hipnotizados, y que luego recuerden varias veces la imagen los días subsiguientes, preguntándose qué es lo que vieron y cómo los hizo sentir. Pero esto es un deseo y no puedo separarme de mi misma; si yo fuese otra persona que se pareciera a mi, de segurome quedo unos minutos frente a la obra tomando notas mentales.
¿Cuál ha sido tu mayor dificultad en la industria del arte y cómo lograste superarla?
La parte social es una, pero eso no lo he superado en su totalidad. En la industria del arte tienes que estar presente. Presente en las inauguraciones y eventos. Tener el tiempo para estar aquí y allá para darse a conocer, y aun así, permitirse a uno mismo el tiempo errando en el aislamiento que requiere el crear obras. Pero el desafío número uno ha sido ser pintora y madre a la vez, algo bastante nuevo para mi y que aun estoy navegando.
¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción en la industria del arte?
Las mayores satisfacciones me las han dado, extrañamente, los concursos. Donde participas sabiendo que miles de personas están haciendo lo mismo que tú y las posibilidades son casi nulas, y por algún milagro quedas seleccionado. Otra gran satisfacción es cuando ves tu obra, a la que le dedicaste tanto tiempo y amor, expuesta en un lugar que la dignifica y con la luz adecuada, porque lo contrario ocurre, y ocurre bastante.
¿Cuál es tu meta como artista?
Finalmente es llegar a los grandes museos del mundo. Porque sería testamento de que no renuncié, y mi obra sería pública para todos aquellos que necesitan conectarse con el arte.
¿Por qué tu trabajo aporta algo nuevo al arte?
Es difícil decir por qué mi obra aporta algo nuevo al arte, si yo utilizo el mismo medio y técnicas que se han estado desarrollando desde el 1400 d. c. Sin embargo, desde este punto de vista puedo rescatar la singularidad que es pintar, en estos tiempos de consumo rápido e instantaneidad, y como la pintura se transforma en un símbolo de resistencia. La obra de cada artista es muy personal y única, si ha sido hecha con honestidad y no en respuesta a alguna moda o tendencia.
¿Por qué el arte es importante en nuestra vida?
Principalmente, porque nos conecta con nuestra esencia. Es muy fácil, a medida que abandonamos la niñez, extraviar nuestra humanidad, el arte posee la capacidad de centrarnos nuevamente en ella. Lamentablemente mucho arte se adquiere por razones sociales, de estatus, y no realmente por lo que esa obra te ofrece como experiencia personal.
¿Un artista hace una obra o una obra hace a un artista?
Depende del tipo de artista: si el artista en cuestión hace su camino como hace su vida, entonces el artista hace la obra; si el artista salta a la fama gracias a una pieza específica que causó furor, entonces esa obra hizo al artista; sin embargo, si ese mismo artista, quien goza de fama, continua su búsqueda a través de su trabajo, entonces volvemos al primer caso mencionado.
¿Se requiere locura para ser artista?
Cuando hablamos del “loco artista” caemos en la definición equivocada de locura. La cotidianeidad y ajetreo del día a día en nuestra sociedad, nos torna en entes de producción y sobrevivencia dentro de un sistema que nos desapega de nuestras sensibilidades. Hay ciertos tipos de artistas que no han dado pie a ese desapego, y al seguir acoplados con sus sensibilidades son denominados como “locos”, lo que es distinto a un diagnóstico clínico. Creo necesario para ser artista, además de estar conectado con tus sensibilidades, tener un grado de obsesión importante.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere ser artista?
Que sea honesto consigo mismo, que mire hacia adentro y no mucho hacia fuera. Y luego persistencia por sobre todo.
¿Cuál consideras que será tu legado?
Dejar obras en exhibiciones permanentes en cedes públicas, y que mi trabajo sea memoria de mi tiempo y eco para otras almas.
¿Cómo te gustaría ser recordado?
Como alguien que no se rindió y que dio arte al mundo.