DE LA PERCEPCIÓN A LA REALIDAD
Por Alejandro Verduzco Mendoza
Estimados lectores, inspirado en el título de la película “Lo qué el viento se llevó” (Gone with the Wind) inicio esta columna que me hizo recordarla, analizando las tendencias y resultados al cierre de las casillas del proceso electoral en México del domingo 2 de julio en los portales oficiales, con debates públicos entre los ciudadanos y pronunciamientos en los distintos medios de comunicación, las reacciones de los actores en este proceso, cerrando la competencia por ganar la candidatura.
Hubo un momento en que teníamos dos Presidentas de la República virtuales electas, dobles gobernadores o dobles alcaldes en algunos estados, en los que todos se pronunciaban ganadoras o ganadores, aún sin los resultados oficiales del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del INE o de los órganos electorales en los estados para corroborar dichas tendencias, donde fuimos testigos de sorpresas en los resultados para algunos candidatos, con momentos de angustia y, como si fuera un simple trámite para otros.
Claudia Sheinbaum se convierte en la virtual primera presidenta de México, el nivel de participación ciudadana en urnas osciló entre 60% y 61.5% de los mexicanos con posibilidad de votar.
Fue un día de lucha por la supervivencia en el mapa geopolítico nacional transformando momentos de crisis en oportunidades, vivimos un momento épico e histórico “la primer mujer Presidenta de México”, hecho romántico en algunos casos, alegres o de sentimientos encontrados para muchos mexicanos, como en la aclamada película.
¿Pero qué pasó el domingo?, la mayoría de las casillas en las 32 entidades federativas del órgano electoral y las mesas directivas integradas por ciudadanos estaban abiertas y listas desde las 8 a.m. para que los ciudadanos pudiéramos ir a votar, se observaban largas filas, había un buen entusiasmo por ejercer nuestro derecho y deber cívico, pasaba la mañana y el sol y el calor en muchas entidades se hacía presente de manera contundente, pero los votantes estaban firmes para manifestar lo que en las campañas políticas – electorales a través de sus mensajes los partidos y sus candidatos habían logrado persuadir e informar con sus expresiones, ideologías y propuestas, que de llegar al cargo al que aspiraban se comprometerían con los ciudadanos a cumplirlas.
El momento de verdad llegó, al estar frente a la casilla y después dentro de la mampara para ejercer el voto libre y secreto.
¿Qué pasaba por la mente de los votantes?, ¿qué llegó a ese momento por su deber cívico?, ¿fueron impulsados por el marketing a través de mensajes de propaganda política y proselitismo de los candidatos?.
¿Impulsados por la esperanza de algún cambio o ratificación del sistema que el votante esperaba?, ¿esperando quizá por ser parte de un partido o grupo político?, ¿incitados por algún familiar o amigo que influyó para que fueran a votar?, ¿para cumplir y disfrutar temprano el día con su familia o amigos?, ¿por cuidar su trabajo como servidor público?, ¿por el temor de perder algún apoyo social? o bien, ¿motivados por las promociones que impulsó la iniciativa privada para que quien llevara la evidencia de haber votado obtuviera un beneficio?
Muchos fueron los factores que durante la mañana de aquel domingo 2 de junio nos hacían creer que habría un mayor porcentaje histórico en esta elección de votantes y menos abstencionismo, tomando en cuenta que para muchos jóvenes sería su primera vez en ejercer este derecho a votar, y que en lo personal me dio mucha satisfacción sentir y ver su entusiasmo por realizarlo, además de que se consideraba como la elección más grande de la historia al integrar más de 98 millones de ciudadanos en el padrón electoral en México, con datos preliminares que llevábamos al corte del 03 de junio del 2024 según los órganos electorales en las elecciones del pasado domingo, en las que resultó electa Claudia Sheinbaum como la virtual primera presidenta de México, el nivel de participación ciudadana en urnas osciló entre 60% y 61.5% de los mexicanos con posibilidad de votar, un resultado en las urnas menor que el de 2018, en el que resultó electo el hoy mandatario Andrés Manuel López Obrador.
En las elecciones de hace seis años (2018) participaron el 63.4% de los ciudadanos en la Lista Nominal de Electores (LNE) del INE y el abstencionismo en la elección presidencial fue de 36.6%; El domingo 02 de junio del 2024 entre 40% y 38.5% de los mexicanos enlistados no acudieron a las urnas por alguna razón, tal vez por falta de interés, por no contar con su credencial para votar, algún viaje, por trabajo, el clima, falta de medio de transporte, enfermedad u otra eventualidad prioritaria o urgente para ese sector que el día de la elección no salió a votar a su casilla.
No podemos solo vivir de percepciones, ni de sueños o creencias, hoy se confirma una realidad, la mayoría de los mexicanos salieron a votar por un mismo partido político en lo federal, estatal y municipal para elegir a sus próximos gobernantes, donde el llamado voto útil por el momento solo se vivió virtualmente en el estado de Jalisco refrendando al partido Movimiento Ciudadano y en Guanajuato con la Coalición del PAN, PRI y PRD, ganando el resto de las 7 gubernaturas en juego el partido de Morena, por lo pronto, Morena tiene virtualmente el carro completo en la Cámara de Diputados a nivel Federal y Local en muchos Estados, además del Senado de la República.
Ahora, la presidenta virtual electa de México hasta este momento, tendría grandes retos y desafíos los próximos 6 años de su administración, donde la esperanza y expectativa de sus seguidores, simpatizantes y afiliados es alta para tener un México mejor, y la invitación para desear que le vaya bien a la primera Presidenta de México en su gestión, para que a los mexicanos también nos vaya bien.
Este momento histórico con las tendencias que vimos y las próximas ratificaciones a los ganadores de las contiendas electorales, tendrán grandes retos, porque siempre he pensado en que el modelo ideal para gobernar es aquel en el que haya equilibrio político en los 3 ámbitos de gobierno; federal, estatal y municipal, encontrando verdaderos contrapesos para eficientes consensos, sin embargo, pareciera, de acuerdo a la opinión pública, que cuando todo se pinta de un solo color, deberá ser más fácil llegar a acuerdos, lo que en teoría debería dar mejores resultados en beneficio de los ciudadanos. Estaremos pendientes de que así sea.
Ahora bien, en los medios de comunicación, líderes de opinión e Influencers es importante que generen también criticas reconstructivas cuando se realicen buenas acciones y/o resultados para nuestros futuros gobernantes en beneficio de nuestro país, a fin de dar tranquilidad y objetividad en los ciudadanos.
Es importante mencionar que los virtuales ganadores expresaron en campaña que buscarán los mejores perfiles profesionales y técnicos para los cargos públicos de las nuevas administraciones, ojalá que no sea como el titulo de la película “Lo que el viento se llevó” y solo sea una frase que venda una expectativa, deseando que pase de una percepción a la realidad.
Para concluir, creo que es momento de pasar de la refección a la acción y seguir adelante, preparándonos, trabajando, ahorrando, invirtiendo y emprendiendo, en general, haciendo lo que nos gusta, pero sobre todo, ser felices.
Nuestro país tiene todo para salir adelante, México es fuerte y con la convicción de que todos sumamos para una sociedad mejor, seamos factor de cambio y “Haz que las cosas sucedan”.
(*)Alejandro Verduzco Mendoza
Mercadólogo
@averduzcom