LOS JUEGOS DEL PODER
Por Gabriel Ibarra Bourjac
Hay un tema de lo que mucho se habla, se discute, divide y confronta en torno a la 4T o Cuarta Transformación, sobre hacia dónde nos lleva, a propósito del apabullante triunfo logrado en las elecciones del 2 de junio pasado por la doctora Claudia Sheinbaum Pardo quien a partir del 1 de octubre se convertirá en la primera mujer en asumir la Presidencia de México.
El Presidente López Obrador en forma reiterada habla de la Cuarta Transformación en sentido grandilocuente, comparándose con las tres grandes transformaciones que ha vivido el país en los 200 años que tiene como nación: la Independencia de México, las Leyes de Reforma y la Revolución Mexicana, que son los tres grandes movimientos sociales que le han dado identidad a México y han marcado su derrotero.
¿Qué representa un cambio de régimen? Los que saben sintetizan que un cambio de régimen significa una transformación profunda en las estructuras políticas, económicas, sociales y culturales.
¿Y qué cambios profundos se han realizado en estos seis años de gobierno de López Obrador?
Podremos especular y escribir muchas cosas, pero las acciones, los hechos serán los que nos dirán si será una Cuarta Transformación o simplemente vuelve al poder un nuevo partido hegemónico como aquel que gobernó el país siete décadas, que sería un cambio regresivo, limitando las libertades y derechos individuales y sociales.
Se podrá argumentar que esos cambios constitucionales no se lograron porque Morena y la coalición juntos haremos historia nunca tuvieron los votos para lograrlo. En parte esto es verdad, aunque el electorado en 2018 no les otorgó la mayoría calificada en la Cámara de Diputados, Morena y sus operadores políticos la construyeron con los fichajes que fueron logrando con legisladores de otros partidos. Pero en el Senado en esos seis años no tuvieron esa mayoría. Y allí se dio el freno de las reformas impulsadas.
Hoy Morena y la Coalición Juntos Hacemos Historia tienen los votos que la ley establece para hacer los cambios que consideren pertinentes, como ese paquete de 20 iniciativas de reformas constitucionales que presentó López Obrador el pasado 5 de febrero y que nos podría llevar a un cambio de régimen.
López Obrador como candidato presidencial ofreció conducir a México a una profunda transformación, como las que ha vivido México (la Independencia, la Reforma y la Revolución) pero a diferencia de estas tres, la de la 4T sería pacífica.
Y en ese sentido mucho se discute en México si estamos inmersos en un proceso de cambio de régimen o es una transformación política.
¿Realmente la vida nacional vive un cambio profundo o el cambio es de partidos y de grupos políticos? Y dirijo esta interrogante porque ya estamos por cumplir un sexenio con López Obrador al frente de la Presidencia de México. Su gobierno termina el último día de este mes de septiembre. Y trae prisa porque el Congreso de la Unión le aprueba su Plan C.
López Obrador ha criticado a los neoliberales que gobernaron al país los 30 años anteriores (de la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña Nieto) a los que culpa de los grandes males que vive el país, principalmente la pobreza y extrema pobreza en el que han estado inmersos más de 50 millones de compatriotas.
¿Pero qué ha hecho el gobierno del Presidente López Obrador para desmantelar el modelo de gobierno neoliberal? ¿Qué cambios ha realizado al marco jurídico para transformar el sistema económico que nos rige y que está muy ligado al sistema capitalista de EEEUU y Canadá con el T-MEC?
¿Qué nuevos impuestos ha creado o que reforma fiscal ha impulsado su gobierno para cambiar el sistema de tributación actual? ¿Qué dicen los grandes capitales de México, como son los diez grupos económicos más poderosos? ¿Cómo les ha ido con el gobierno izquierdista de López Obrador?
Nuestra economía está muy ligada a Norteamérica, le guste o no le guste a López Obrador. El 80 por ciento de nuestra economía se mueve en torno al capitalismo de Estados Unidos. México está convertido en un país maquilador amarrado al principal mercado del mundo, con un régimen tributario que un Presidente, aunque sea de izquierda, socialista, marxista o comunista, no lo podrá cambiar.
¿Qué puede hacer un presidente de izquierda ante esta realidad a la que nos he llevado la geopolítica? Sobran los que se rasgan las vestiduras, desayunen, comen y cenan con la cantaleta de que México se convertirá en una Venezuela, lo que está fuera de la realidad.
¿Y EN LO POLÍTICO DÓNDE ESTÁ EL CAMBIO?
Los cambios en lo político podrían traducirse en reformas de un sistema presidencialista a uno parlamentario o semi-parlamentario; el de una república centralista a una república federalista y/o de un régimen de partido a uno de partido hegemónico o sistema plural de partidos, que puede ser el pasar de una democracia a una dictadura; o de un a dictadura a una democracia, como podría ser en Venezuela, Cuba o Nicaragua que hubiera elecciones libres.
No veo esos cambios y transformaciones de gran calado en México, al menos en estos seis años eso no sucedió.
Un cambio de régimen en lo político significaría la transformación del sistema de partidos, el cambio de reglas y que planteó López Obrador en ese paquete de reformas, que tiene tres ejes fundamentales: Acabar con los diputados plurinominales y/o de partidos, que en este tiempo de 500 diputados, 200 son a través del sistema proporcional.
De la misma forma la iniciativa del Presidente López Obrador plantea disminuir al mínimo los subsidios oficiales a los partidos.
Y un tercer punto es permitir que el sistema electoral vuelva a estar bajo el control gubernamental. La propaganda de la 4T indica que la idea es hacer el sistema electoral más cercano a los ciudadanos.
En síntesis: la pretensión es centralizar las elecciones, introducir el voto electrónico, reducir el financiamiento a los partidos; cambiar el porcentaje de participación mínima para la revocación de mandato que pasaría a un porcentaje de 33%; reducción de senadores plurinominales y desaparecer los diputados plurinominales. ¿Estas reformas son de gran calado?
Ahora con el triunfo de la doctora Claudia Sheinbaum y el hecho de que cuenten con mayoría calificada en el Congreso de la Unión, podremos ver al paso de las semanas y los meses de qué tamaño será la transformación que viva México y de sus estructuras políticas, económicas y sociales; si estas transformaciones serán radicales, como las de estos tres grandes movimientos sociales que ha registrado México o simplemente serán cambios para el surgimiento de un partido hegemónico, de quítate tu para ponerme yo.
Podremos especular y escribir muchas cosas, pero las acciones, los hechos serán los que nos dirán si será una Cuarta Transformación o simplemente vuelve al poder un nuevo partido hegemónico como aquel que gobernó el país siete décadas, que sería un cambio regresivo, limitando las libertades y derechos individuales y sociales.
Vienen seis años con la doctora Claudia Sheinbaum al frente del gobierno de México. Y ella en gran medida marcará el rumbo del país, empezando cómo será su relación con su antecesor. Si habrá continuidad o hará cambios sustantivos. Hay mucho por ver y pronto tendremos mayor claridad hacia dónde vamos.
