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13 de marzo de 2025
OPINIÓN

La educación de los legisladores

MENSAJE DEL EDITOR

Por Hiram Valdez Chávez

Hablar de la formación educativa de los legisladores en nuestro país es un tema que ha sido cuestionado durante mucho tiempo. La pregunta que surge es: ¿cómo afecta esto al desarrollo de nuestra democracia? Nos preguntamos si el nivel educativo de nuestros representantes tiene un impacto en el sistema legislativo. Esta inquietud es constante, especialmente porque la sociedad y los medios de comunicación ponen de manifiesto que algunos políticos tienen un bajo nivel educativo.

Sin lugar a dudas, los partidos políticos enfrentan problemas crecientes de credibilidad. La sociedad cada vez confía menos en sus estrategias y candidatos, además de que los políticos de ahora pasan de un lado a otro por intereses personales.  Si no existe una estrategia sólida para preparar a sus candidatos para roles de gran importancia, los partidos políticos podrían enfrentar la amenaza de la desaparición, dejando espacio para otras formas de participación política, como frentes ciudadanos y alianzas nacionales. Es esencial preparar a nuestra clase política en México para evitar que nuestro sistema democrático se estanque.

La educación de los políticos es un tema complejo que plantea numerosos desafíos y oportunidades. Evaluar el nivel educativo de los candidatos políticos puede ser un ejercicio útil para fortalecer nuestra democracia y avanzar hacia una sociedad meritocrática.

En este contexto histórico, nos enfrentamos al desafío de fortalecer nuestro sistema político. Profesionalizar la política se convierte en un desafío contemporáneo. ¿Cómo podemos evaluar y definir lo que hace que un político sea «bueno» o de calidad? Más allá de atributos abstractos como la honestidad, competencia, eficiencia, experiencia y profesionalización, debemos considerar factores más concretos.

Por ejemplo, un sistema de evaluación para que los partidos políticos tomen en cuenta los perfiles y no presentar candidatos únicamente por cubrir espacios, sino donde se analice el perfil político, social y económico, además de los estudios, qué cualidades tienen, en el entendido que formaran parte de un sistema sociopolítico de gran importancia como lo es una Cámara. Creo que esto sería una muestra de que los estudios profesionales, y de formación política buscarían encontrar generalidades para perfilar a los verdaderos liderazgos y políticos de calidad por el bien de nuestra democracia.

Profesionalizar la política, un desafío contextual

Por otra parte la profesionalización de la política no debe centrarse únicamente en la educación formal de los políticos. La capacidad de un político de calidad depende en gran medida del contexto sociopolítico y su experiencia personal. A pesar de que muchos asumen que el nivel educativo de los políticos es fundamental para evaluar su idoneidad, debemos recordar que los estudios no son necesariamente un indicador de movilidad social y política. La desigualdad estructural, el acceso limitado a la educación y las disparidades en la calidad educativa son realidades que pueden hacer que los estudios no funcionen como un medio eficaz de movilidad.

La educación es un mecanismo de movilidad social y política que democratiza la sociedad. Sin embargo, en circunstancias donde prevalecen estructuras de exclusión, el valor de un individuo a menudo se basa en imaginarios sociales preconcebidos. Los estudios pueden incluso ser un indicador de la exclusión social y política, lo que no beneficia al funcionamiento del sistema político. Las dificultades en el acceso a la educación y las diferencias en la calidad educativa pueden limitar la movilidad.

Es fundamental comprender que la educación no garantiza automáticamente un mejor desempeño político. Si bien puede ayudar al adquirir conocimientos y habilidades, el éxito de un político también depende de otros factores. El acceso a puestos políticos suele estar influenciado por la plutocracia (el poder de la riqueza) y la meritocracia (el poder basado en el mérito), y a menudo se combinan ambas.

 

Es relevante mencionar que, en algunos países, sectores conservadores cuestionaron la capacidad de líderes como Lula da Silva, Evo Morales y Andrés Manuel López Obrador debido a la falta de títulos universitarios avanzados.

Desafíos y oportunidades

El desafío que presentan los legisladores. La educación de los políticos es un tema complejo que plantea numerosos desafíos y oportunidades. Evaluar el nivel educativo de los candidatos políticos puede ser un ejercicio útil para fortalecer nuestra democracia y avanzar hacia una sociedad meritocrática. La educación, junto con otros atributos, puede contribuir a un mejor funcionamiento de nuestro sistema político y, en última instancia, mejorar la calidad de nuestra democracia.

Para fortalecer nuestra democracia y garantizar que los ciudadanos estén debidamente representados, urgente contar con legisladores de gran nivel, insisto, es esencial que la educación de nuestros legisladores se contextualice y se considere como un factor, pero no como la única medida de calidad política. Debemos promover un enfoque más amplio y equitativo que reconozca la diversidad de talentos y habilidades que pueden enriquecer nuestro sistema político y, en última instancia, beneficiar a nuestra sociedad.

 

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