UNO DE NOSOTROS
Por Francisco Juárez Piña
Colosio no es una marca como afirman reconocidos consultores encumbrados en su propio marketing personal y comercial. En realidad Colosio Murrieta y Colosio Riojas, han logrado una ecuación contemporánea de arraigo social, más allá de un “storytelling” -(narración de una historia) como le llaman ellos- que refleja una posibilidad real, auténtica y no de ficción y pose como alientan y afirman los “grandes consultores”, son símbolo de ejemplo de vidas, perseverancia, coraje, posibilidad de cambio y hacer la diferencia en la cosa pública y en las marañas del poder; pero también logran transmitir -insisto, de manera real no comercial y justo ahí su gran enganche social- perseverancia para afrontar las situaciones complejas, serenidad consigo mismo y sus círculos cercanos, y lo más interesante insistir en querer un México mejor.
Lo que hace interesante a la próxima decisión de competir o no por la presidencia de la República al actual alcalde de Monterrey, es que tenemos ante nosotros a un político experimentado y a una persona de valores y determinación.
En lo privado ¿se imaginan el dolor de perder a su padre y madre a temprana edad? ¿Vislumbramos el valor, fuerza y perseverancia en afrontar mencionaba circunstancia, sobrellevarla y ahora estar en la antesala de dirigir un país? Pff, algún día quisiera conocer -aunque no nos incumbe lo privado- quién se hizo responsable de la continuidad en la responsabilidad e instrucción educativa y valores de hogar.
La gran hazaña la han logrado juntos aún en la distancia terrenal, conjugarse para seguir transmitiendo actualmente a dos generaciones distintas, una gran esperanza de que en lo público las cosas de una vez por todas se puedan hacer mejor y ser preámbulo de un cambio y nueva era política. Así lo demuestra un día sí y al otro también, el alcalde de Monterrey, al reivindicar los ideales y principios de su padre, pero lo más importante, constructor de su propio porvenir y legado.
Qué se queden con su andamiaje anacrónico, viejo e indiferente sistema de partidos, ese que ha sido ajeno a la desgracia y desigualdad social. Ese sistema que se ha inmiscuido y asociado con el crimen hasta el tuétano y tiene a nuestro país sumido en la más grande crisis de violencia e inseguridad. Ese que rehuye a competir en elecciones y que no legisla por moratoria y conveniencia propia. Qué se queden con su irresponsabilidad, omisión, falta de capacidad e imaginación.
Lo que hace interesante a la próxima decisión de competir o no por la presidencia de la República al actual alcalde de Monterrey, es que tenemos ante nosotros a un político experimentado y a una persona de valores y determinación, que no han logrado deslumbrar, ni involucrar en el mundo de trampa y traición de los partidos políticos, y se ha forjado -y ganado- su propio lugar en el escenario político nacional, -el mismo ha mencionado no estar afiliado a ningún partido-.
!Qué nadie le diga qué es muy joven e inexperto¡ y menos quienes vociferan mediante este sistema desleal y exclusivo de partidos, desde el letargo y desenlace político del mismo y de sus trayectorias (todos quienes así lo afirman han pasado por varios partidos y posiciones y su edad rebasa los 60 años) quienes pretenden seguir imponiendo y limitando el potencial y proactividad de nuestra generación.
Por lo que proponemos la siguiente vía:
1- “Plan P” de pueblo, que contenga una reforma política que de vida a un nuevo vehículo electoral, esto, mediante una iniciativa popular institucional y de facto, es decir, si no la discute y aprueba el congreso de la unión, entonces utilizamos la vía independiente.
2- Reunamos las firmas necesarias de la iniciativa popular 0.13% del padrón electoral, alrededor de 120 mil y paralelamente escuchemos y recabemos las propuestas de la gente de a pie que nutran esta reforma y sumen propuestas a la agenda nacional.
3- Pongamos a prueba a los partidos una sola vez en su vida, que muevan sus fichas para aprobar la iniciativa en el congreso y a la par aprovechen, se renueven y cambien.
El pan de Marko y García luna; el pri de alito, chong y sus entrañables amigos del pasado y presente; chuchos y dantes; todos ellos necesitan de Luis Donaldo Colosio Riojas y el grueso del pueblo, no al revés.