LOS DISCURSOS QUE NOS DIERON PATRIA
Es instaurada en Zitácuaro la Suprema Junta Gubernativa de América que ofrece gobernar a México en nombre de Fernando VII.
Jorge Alberto Bañuelos Romero
Tras la muerte de Miguel Hidalgo e Ignacio Allende, las actividades militares recayeron bajo el liderazgo de Morelos. Conscientes de la necesidad de institucionalizar la lucha y sus ideales, mediante la creación de una autoridad suprema, se propuso establecer una Junta Nacional Americana que se encargara del gobierno y unificara la lucha. Estuvo compuesta por tres individuos, y pronto se ampliaría a cinco: Ignacio López Rayón, José María Liceaga, y José Sixto Verduzco, en representación de José María Morelos y Pavón.
La junta, instalada en la ciudad de Zitácuaro, se encargó tanto de los temas civiles, como de los militares, pues Morelos les reportaba los avances de sus campañas. Esta Junta Nacional derivada con el tiempo en el Congreso de Chilpancingo, que redactó nuestra primera Declaración de Independencia y nuestra primera Constitución.
La Suprema Junta Nacional Americana o Suprema Junta Gubernativa de América, también conocida con el nombre de Junta de Zitácuaro, fue un consejo formado a la convocatoria de Ignacio López Rayón en la ciudad de Heroica Zitácuaro entre el 19 de agosto de 1811 y 1813. El 2 de enero de 1812, Calleja derrotó a las tropas insurgentes en la Batalla de Zitácuaro, expulsándolos de la localidad.
El propósito de la Junta era instituir un órgano de gobierno para la nación mexicana, en tanto que no reconocía la sujeción a la Junta Suprema Central, por considerarla ilegítima. La junta fue instituida el 19 de agosto de 1811. Formaron parte de la Junta, entre otros, José María Morelos y Pavón, José María Liceaga, el cura José Sixto Verduzco y el mismo López Rayón. Los tres últimos fueron nombrados vocales de la Junta por los dieciséis jefes insurgentes regionales que asistieron a la instauración del organismo. Ignacio López Rayón, además, fue elegido Ministro Universal de la Nación y Presidente de la Suprema Corte. Poco después, la Junta nombraría también a Morelos como vocal.
Ignacio López Rayón, secretario de Miguel Hidalgo y Costilla después del grito de Dolores y jefe supremo de la insurgencia, convoca a las fuerzas insurgentes a constituir en la ciudad de Zitácuaro, Michoacán, la “Suprema Junta Gubernativa de América” o “Suprema Junta Nacional de América”. Se instaura con López Rayón como presidente y como vocales, José María Liceaga y José Sixto Berdusco.
La junta ofrece gobernar México en nombre de Fernando VII, mientras los franceses se mantengan invadiendo España, luego intentará dirigir todas las operaciones de guerra contra los españoles, pero desgraciadamente, incurrirá en algunas arbitrariedades contra los insurgentes que no se sometan a su mandato.
Rayón buscaba establecer un gobierno que regularizara la revolución y fuese el centro directivo de todas las operaciones de la guerra que funcionara como autoridad a la cual se sujetaran los demás jefes con la idea de dar impulsar el movimiento de independencia. Mientras tanto, Morelos seguía combatiendo en el Sur.
El 19 de agosto, López Rayón y José María Liceaga levantaron un acta en la que asentaron la necesidad de establecer una junta suprema que “organizara los ejércitos, protegiera la justa causa y libertara d la patria de la opresión y yugo que había sufrido por espacio de tres siglos”. Luego, Rayón convocó a los jefes que estaban en Zitácuaro: Liceaga, Ignacio Martínez, Tomás Ortiz; Benedicto López, José Vargas, Juan Albarrán, José Ignacio Ponce de León, Manuel Manso, José Miguel Serrano, Remigio de Yarza, representante de José Antonio Torres; J. Ignacio Eizaguirre, y José Sixto Berdusco, concurrieron la Junta que tomó el nombre de “Suprema Junta Nacional Americana”. Una vez que suscribieron el contenido del Acta, eligieron a López Rayón como presidente y para anunciar el hecho mandaron publicar un manifiesto dado a conocer este día 21 de agosto.
Tan luego cómo fue posible, los miembros de la Junta de Zitácuaro difundirán el documento a sus partidarios de la independencia y tratarán de organizar las fuerzas de su ejército y el ramo de hacienda; asimismo, ordenarán tratar con humanidad a los prisioneros enemigos. La autoridad de la Junta de Zitácuaro no será reconocida por todos los jefes de las partidas armadas y se negarán a obedecerla; entre ellos, Albino García y los Villagranes.
El Señor Don Fernando VII y en su real nombre de la Suprema Junta Nacional Americana instalada para la conservación de sus derechos, defensa de la religión santa e indemnización y libertad de nuestra oprimida patria.
La falta de un jefe supremo en quien se depositasen las confianzas de la nación y a quien todos obedeciesen nos iba a precipitar en las más funesta anarquía, el desorden, la confusión, el despotismo, y sus consecuencias, y sus consecuencias necesarias eran los amargos frutos que comenzábamos a ajustar después de once meses de trabajos y desvelos incesantes por el bien de la patria.
Para ocurrir a tamaño mal y llenar las ideas adoptadas por nuestro gobierno y primeros representantes de la nación se ha considerado de absoluta necesidad erigir un tribunal a quien se reconozca por supremo y a quien todos obedezcan que arregle el plan de operación en toda nuestra América y dicte las providencias oportunas al buen orden político y económico.
En efecto en una Junta de generales celebrada el diez y nueve de este agosto, se acordó en su primera la instalación de una Suprema Junta Nacional Americana compuesta por ahora de tres individuos quedando vacantes para que las ocupe cuando se presente la ocasión igual número de sujetos beneméritos.
Se acordó también en el segundo que la elección recayese en las personas de los excelentísimos señores, licenciado Don Ignacio Rayón, ministro de la nación, Doctor Don José Sixto Berdusco y Teniente General Don José María Liceaga.
Y para que llegue a noticia de todos y sus órdenes decretos y disposiciones sean puntual y eficazmente obedecidos se publica por bando el que se fijará según estilo en los lugares acostumbrados para su observancia y debido cumplimiento, debiendo solemnizarse con las demostraciones más demostrativas de júbilo un establecimiento que nos hace esperar muy en breve la libertad de nuestra patria con la comunicación de ser castigados los contraventores con proporción a su inobediencia.
Dado en nuestro palacio nacional de la villa de Zitácuaro a veinte y un días del mes de agosto de mil ochocientos once.
Firmado
Licenciado Ignacio Rayón.
Doctor José Sixto Berdusco.
José María Liceaga.
Por mandado de su majestad la Suprema Junta Nacional, Remigio de Yarza, secretario.
Para promover la idea de independencia, “demostrando las ventajas que resultarían al país de tener un gobierno propio”, establecieron dos periódicos, editados en una imprenta de madera en los que las plumas de Rayón, de Quintana Roo, y la de José María Cos, destacarán notablemente; uno de esos periódicos, fue el semanario “Ilustrador Americano”.